De todos los miembros de la Unión Europea, proporcionalmente al total de nuestra población, somos los que vivimos rodeados del mayor número de personas presas.No paramos de construir cárceles que inmediatamente se llenan sin que naturalmente ello suponga que alguna otra se vacíe. Somos una de las primeras sociedades productoras de condenados de nuestro entorno. El problema de la reinserción es que no es una ciencia exacta; debe de ser planificada de manera individual para cada preso y supone emplear progresivamente medios de inserción que normalicen su situación social ( salidas, permisos, libertades condicionales, etc….), lo que supone arriesgarse a que en ocasiones algunos presos utilicen estos medios para quebrantar su condena.Apostar por la reinserción de las personas supone apostar por el ser humano, apostar por una sociedad más justa y civilizada, y apostar por la redención y no por el castigo. La reinserción es el indicador del éxito y del fracaso de los sistemas penitenciarios.
Realizado
por: Almudena Rodríguez
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