“NUESTRA MISIÓN NO ES
JUZGAR NI JUSTIFICAR SINO COMPRENDER PARA INTERVENIR”
Las prisiones no funcionan como
instituciones de recuperación, que es uno de los fines que la legislación les
atribuye.
La gran mayoría del personal de las
prisiones está dedicado a tareas puramente regimentales y de seguridad, y no
tiene ninguna competencia en la intervención, a la que está dedicada una mínima
parte de la plantilla: algunos educadores, escasos trabajadores sociales y
miembros del equipo técnico del centro.
La ley determina que todo el
personal debe estar integrado en el tratamiento, el reglamento no desarrolla
este mandato con lo que, simplemente, deja de existir en la realidad.
La ley está hecha de cara al exterior y el reglamento de cara al interior.
Es importante resaltar el papel del funcionario
dentro de las prisiones.
FUNDACIÓN PADRE GARRALDA, HORIZONTES ABIERTOS
http://www.horizontesabiertos.org/Lucía Montero Jiménez
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