En
la cárcel casi nunca hay nada que hacer, pero el recluso tampoco puede
planificar su tiempo. El énfasis en la seguridad, evitación de la fuga ,en el
control exhaustivo del preso, así como el desinterés institucional en la
intervención hacen que las actividades en la cárcel además de precarias
carezcan de interés para el preso.
No
se intenta motivar a que participe en las escasas
actividades que se realizan. Las razones:
-Falta
personal capacitado, motivado y encargado de realizarlas.
-Desbordante
número de reclusos.
-Escasez
de espacios dedicados a actividades y el difícil acceso a ellos.
Trabajar
en el interior de las presiones:
-NO tiene que implicar hacerse
corresponsable de la situación de las cárceles, ni apoyar a la institución, ni
aceptar el internamiento penitenciario como algo inevitable.
-SI debe implicar comprometerse con el
preso y su futuro.
Riesgos
de la intervención ciudadana en el ámbito de las instituciones penitenciarias es
que la institución utilice al preso a modo de rehén, sometiendo al voluntario
al silencio, a reprimir sus críticas bajo la amenaza de no permitirle la
entrada en prisión.
“La
cárcel y sus consecuencias”. Jesús Valverde Molina
Realizado por: Lucia Montera
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