domingo, 18 de marzo de 2012

Abusos, visitas y posibles soluciones

Se ha dado la circunstancia de que en algunas cárceles femeninas, los funcionarios encargados de la vigilancia comparten tardes y noches en las que intercambian alcohol y drogas por sexo con las reclusas. Esto no sucede en cárceles de países asiáticos, africanos o sudamericanos, que seguramente también y mucho más, sino en nuestro propio país. Es el caso de la cárcel de Alcalá Meco en la que en Abril de 2010 se destaparon este tipo de intercambios. Fueron los propios funcionarios los que denunciaron las irregularidades de sus compañeros y la junta directiva fue destituida. Os pongo dos enlaces por si queréis leer más sobre el tema.



En algunas ocasiones las reclusas utilizan este contacto con los funcionarios para atemorizar a sus compañeras al tener contacto con la autoridad. Además es frecuente, sobre todo en prisiones de gran tamaño que se establezcan redes de prostitución. Las violaciones y vejaciones de los jóvenes nuevos por parte de los internos más antiguos derivan de un código de honor no escrito en las cárceles. Por ello el hombre que somete sexualmente a otro hombre, obtiene una relación de sumisión. Os adjunto otro vídeo de la película Cadena perpetua en el que tratan de abusar de un preso nuevo.


La visita de la pareja con fines sexuales es un derecho recogido por las Naciones Unidas y debe poder ejercitarse  con independencia del comportamiento del preso. No debe, por tanto, significar un premio sino el derecho a satisfacer una necesidad del interno y de cónyuge, que no olvidemos está en libertad. Lamentablemente, muchas veces, las visitas son premios al comportamiento y sirven para controlarle.

Entre las posibles soluciones al problema del sexo en las cárceles se han propuesto el aumento en la frecuencia de las relaciones íntimas, el permitir tener esos encuentros fuera de la prisión y la prisión mixta.

Realizado por: Miguel Ruiz de Arcaute

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